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domingo, 24 de febrero de 2013

La necesidad de ser diferentes


Desde el éxito de las revoluciones liberales atendemos a una palabra que se ha convertido en otro de los baluartes de los políticos modernos: “igualdad”.

"Luces, sombras: vida". El Escorial

¿La igualdad de quienes?

No creo que sea cierto lo que se dice sobre que todos tenemos igualdad de oportunidades. Aun así, si que confío en que con mayor o menor dificultad ahora somos muchos más los que podemos optar a puestos y comodidades que antes el régimen estamental no nos permitía.
Comparto la idea del pensador y político liberal francés ,Alexis de Tocqueville, que decía que “igualdad no es igual a felicidad”. 

Vivimos en un mundo en que todos competimos contra todos. Desde la mayor de las nimiedades, como puede ser la belleza, hasta la lucha por el poder, por el éxito personal y profesional… En definitiva, por todo aquello con lo que podamos compararnos con los demás.

¿A qué nos lleva todo esto?

Al absurdo de comprarnos con todos, de envidiar los logros ajenos, de temer que alguien nos supere en la materia en que creemos ser buenos.

No dejo de ver allá donde mire a gente que intenta destacar de las formas menos nobles, cuyo único propósito es tener éxito. A veces un éxito robado, perdiendo la noción de que para destacar en algo no es importante esa intención de destacar, sino el disfrute, desarrollo y esfuerzo que conlleva involucrarse en algo que nos llena.

Queremos llegar a lo alto con el mínimo esfuerzo. Gritar “¡aquí estoy!” y que nos miren.
Detrás de todas esas ansias de reconocimiento se esconde el más puro sentimiento de inferioridad. Los mayores temores a no ser nadie. La tristeza que se intenta subsanar a golpes de popularidad.


"Ethereal". Alba Gasca en el Escorial
¿En qué nos convierte todo esto?

En personas corrientes, vulgares, que aparentan ser diferentes. Quieren ser dueños de sus vidas pero en el fondo lo son sus pasiones. El sentimiento que les suscitan sus fans, esa necesidad constante de que alguien les diga que valen algo.

En España impera esa necesidad de cotillear las vidas ajenas. De criticar todo de forma hipócrita. Nos jode que allá gente que sin valer nada llegue a lo más alto por “enchufe” pero al mismo tiempo todos queremos tener ese contacto que nos haga subir.

Twitter, en mi opinión, es una de esas formas que tenemos de expresar esa necesidad de hacer valer, en este caso, nuestras palabras. Nadie es más por tener más seguidores. Nadie vale más por tener más fans desde el momento en que ese “éxito” parte de cosas banales, de pura imagen, de diversiones pasajeras, de puro marketing y no de un verdadero valor de la persona y de su labor para la sociedad.

¿Cuándo se dejó de valorar el ingenio? ¿la inteligencia, la honradez, la sinceridad, el arte, la creatividad?

Los valores de siempre se han perdido. Navegamos sin rumbo sobre la superficie de las cosas y olvidamos que detrás de una carcasa bonita hay toda una maquinaria compleja que ni nos molestamos en conocer ni entender.

Seguid si queréis por el camino sencillo. Seguid convirtiendo en dioses a gente de actitud deplorable. Convertidles en monstruos dándoles un poder que no saben manejar. Seguid queriendo ser vosotros los dioses de la banalidad. Subiros al carro de la fama por la fama.

Es vuestra vida. Dejad de malgastarla y centraos por una vez en hacer aquello que os llene de verdad. Aquello de lo que podáis sentiros orgullosos y por lo que la gente os valore porque sois así y porque amáis lo que hacéis.

Añado las grandes palabras que con motivo de esta entrada ha dicho un gran amigo, @UveDeKa :
"La intensa lucha por ser mejor que los que te rodean es la misma que impide que crezcas como persona, artista o humano".

Fuente de inspiración: simplemente mirar alrededor

domingo, 17 de febrero de 2013

Sigue buscando



Hay algo hermoso en el hecho de perderse: tener que encontrarse. La vida nos pone a prueba de la formas más absurdas y más dolorosas. Nos envía señales y reflejos en las que a veces nos cuesta reconocernos.


Nos pasamos la vida siendo un proyecto. Siempre inacabados y siempre con la angustia de sentirnos incompletos, nos aferramos a comodidades absurdas que relajan nuestra actividad y movimiento. 



A veces hay que enfrentarse a la desnudez más fría, a la soledad más desamparada y el dolor más real para retomar la pregunta por el sentido de las cosas. 


Preguntas anestesiadas por una rutina que, lejos de acercarnos a nuestro sentido, nos alejan de él. 


Rompamos pues las normas y dejemos de servir a un sistema que no responde a nuestras necesidades más hondas. Permitámonos el lujo de ser creativos y de salir del camino que otros se encargaron de dejarnos marcado.


Nunca será sencillo. Nunca hallaremos todas las respuestas pero algo dentro de nosotros nos hará sentir que, al contrario de lo que piensan los demás, estamos tomando la senda exacta que nos dirige a construir lo que realmente somos. 


Fuente de inspiración: La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Max Weber


domingo, 10 de febrero de 2013

Photo shoot : Jesús

Después de muchos meses por fin subo algunas de las fotos de una pequeña pero divertida sesión entre nudos de corbatas y poses raras que hice a un buen amigo: @Pelusa_23

Espero que os gusten =)

Jesús es una persona que no deja de sorprenderme. Con una fuerte personalidad y con el don de la palabra reviste de ingenio y de su propio lenguaje a las cosas creando un mundo paralelo al que yo, entre extrañada y confusa, me he intentado asomar siempre sin llegar a comprenderlo del todo. 



Carismático y activo se esconde tras una gran coraza, siempre alerta y siempre realista


Práctico y resuelto siempre te saca una sonrisa y te invita a tener conversaciones en las que por un momento parece que las piezas encajan.